La nueva cinta de Lois Patiño logro llevarse ex aequo el premio especial del Jurado durante la Berlinale 73 y nuestro crítico de cine, Mauricio Orozco, te platica sus sensaciones al verla.
Por Mauricio Orozco para APUNTESdeCINE
El cine no se puede limitar a lo que actualmente conocemos, el creador – de cierta forma implícita – tiene la obligación de explorar en todo momento nuevas formas de hacer cine, no con el afán meramente de innovar sino con la riqueza consecuente al expandir sus límites. Crear debe ser un juego que se está recomponiendo, con nuevas reglas, estrategias, formulaciones y cuestionamientos que no dejan de evolucionar.
Lois Patiño es un cineasta que ha jugado con el cine, tratando de mirar y proyectar el misticismo del ser humano, la fe, los relatos antiguos y hasta los sueños desde un sentido antropológico, que lo ha llevado a crear narrativas que piensan a sus personajes en relación a los espacios y paisajes que les rodean, encontrando una libertad e independencia tal como la de un sueño o un recuerdo.
“Samsara” es su tercer largometraje, un relato fuera de lo común dividido en dos partes, en donde el espectador se sumerge en una experiencia donde los sentidos son estimulados bajo condicionamientos propios del quehacer fílmico, pero aplicados de una manera muy creativa en donde requiere la participación activa del espectador. Su relato se adentra en la idiosincrasia budista, siguiendo a un grupo de monjes, a quienes observamos en su cotidianidad para conocerlos y comprenderlos poco a poco, y un chico que de manera altruista lee libros a una mujer con una salud en decadencia que solo espera la muerte, punto en donde cambiamos de relato para después pasarnos hasta Tanzania en donde nos enfocamos en una niña, sus padres y una cabra pequeña, quienes habitan en una comunidad Masai con una cosmovisión totalmente diferente.
La propuesta del director español parte del principio de observación como sentido de punto de vista y generación de empatía ¿Es la cámara, el universo o el espectador el que observa? ¿Quien observa a quien? ¿Cómo se puede ver algo intangible? ¿Cómo se ve la muerte? Y es a través de una serie de situaciones que se encadenan que se crea una narrativa “simple” que desarrolla una bellísima reflexión coral sobre la vida y la muerte, la reencarnación, el budismo y sus principios: bondad, humildad, ternura, paz y comprensión de la otredad.
Samsara es una cinta que juega y aprende desde la observación, desde la libertad de una narrativa sin ataduras, una narrativa que fluye sin respetar el tiempo ni el espacio. Una narración que se sumerge en la interpretación libre, como un recuerdo imaginario.
Patiño convierte a Samsara en un viaje introspectivo guiado a los sentidos, deshabilitando la vista y buscando la cooperación de quien especta. Y es así como se condecoró con el Premio Especial del Jurado (ex aequo) en la Sección Encounters de la edición 73 del Festival Internacional de Cine de Berlín.o
