El Tren Maya, un proyecto emblemático del gobierno mexicano, ha capturado la atención tanto nacional como internacional. Sin embargo, a pesar de su promesa de revitalizar el turismo en el sureste del país, enfrenta serios desafíos financieros. Los ingresos generados por la venta de boletos y souvenirs no son suficientes para cubrir los costos operativos, que ascienden a 8 millones de dólares cada trimestre. Esta situación ha llevado a una dependencia significativa de los subsidios gubernamentales para mantener su funcionamiento.
Desde su inauguración, el Tren Maya ha recibido 590 millones de dólares en subsidios del gobierno, mientras que sus ingresos solo han alcanzado los 6.6 millones de dólares. Esto representa apenas el 1.1% de los recursos asignados, según datos de El Financiero. La brecha entre los ingresos y los costos operativos plantea preguntas sobre la viabilidad económica del proyecto a largo plazo, especialmente en un contexto donde el turismo es una de las principales fuentes de ingresos esperadas.
Además de los desafíos financieros, el Tren Maya enfrenta problemas legales. El Grupo México ha presentado una demanda de 841 mil dólares relacionada con el Tramo 5, un segmento que ha sido declarado de seguridad nacional. Este conflicto añade una capa adicional de complejidad a un proyecto que ya está bajo escrutinio por su impacto ambiental y social en las comunidades locales.
El gobierno ha defendido la importancia de los subsidios para la operación del Tren Maya, argumentando que son esenciales para su éxito. Sin embargo, los ingresos por operaciones como medio de transporte masivo solo representan el 3% de su financiamiento total. Esta dependencia de los subsidios plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del proyecto y su capacidad para generar ingresos suficientes en el futuro.
A pesar de estos desafíos, el gobierno sigue comprometido con la finalización del Tren Maya. La presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado que el 15 de diciembre se abrirá uno de los tramos pendientes entre Palenque y Chetumal, completando así el circuito de siete tramos que conectan Quintana Roo, Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán. Este avance es visto como un paso crucial para maximizar el potencial turístico del proyecto.
Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha destacado la importancia de completar el circuito. En sus palabras, “el 15 de diciembre de 2023, cuando luego de tres años de labores constructivas, el Tren Maya comenzó a operar en sus cuatro primeros tramos, y será el 15 de diciembre de este 2024 cuando, junto con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, completaremos el circuito de siete tramos”.
CON INFORMACIÓN DE SOY NOMADA
