Los representantes del gobierno estadounidense, durante el juicio de Genaro García Luna, acusaron al exsecretario de Seguridad Pública de haber “traicionado” a su país y a Estados Unidos por traficar cocaína, delito por los que se enfrenta a la cadena perpetua.
Por otro lado, la defensa del exfuncionario aseguró que el caso se basa en “cimientos inestables”.
Acusado de cinco cargos, entre ellos varios por narcotráfico, el ex mando mexicano llegó a la sala del juicio con semblante tranquilo, desde donde aprovechó para mandar saludos y besos a su esposa e hija, quienes estuvieron presentes en la audiencia presidida por el juez Brian Cogan.
Después de que el acusado platicara con su defensa, dirigida por el abogado César de Castro, quien le indicó cómo debe comportarse a lo largo del juicio que podría durar hasta ocho semanas, iniciaron los alegatos en su contra.
“El acusado tomó millones de dólares en sobornos una y otra vez [del Cártel de Sinaloa]”, dijo el fiscal Philip Pilmar, quien señaló que “nadie está por encima de la ley”.
Por su parte, la defensa alega que no hay “dinero, ni fotos, ni videos, ni grabaciones, ni textos, ni pruebas” de estas acusaciones. Este caso está basado en “cimientos inestables”, aseguró De Castro.
“Cantidad no es calidad”, dijo el abogado defensor al jurado, y cuando “no tienes calidad abrumas con cantidad”.
Según la defensa, los testigos del Gobierno son víctimas de la guerra contra el narcotráfico del ex presidente Felipe Calderón, y pretenden “matar dos pájaros de un tiro: reducir su condena y vengarse de la persona que más odian los narcotraficantes”. El nombre de García Luna surgió en el juicio a Joaquín “El Chapo” Guzmán en el que uno de los testigos contó que le había entregado maletas con millones de dólares en sobornos entre 2005 y 2007.
CON INFORMACIÓN DE LA RAZON