La Diócesis de Chilpancingo se pronunció este martes en contra de los recientes hechos de violencia en la región, por lo que exhortó a los tres niveles de gobierno a “usar todos los mecanismos a su disposición” para recuperar la paz en Guerrero.
En un comunicado, el monseñor José de Jesús González Hernández dijo que los recientes hechos de violencia “provocaron miedo e inseguridad, además, de incertidumbre en la población y parálisis de la actividad capitalina”.
Durante el fin de semana, las autoridades de Guerrero informaron que cinco conductores del transporte público fueron asesinados, dos de ellos calcinados, y cuatro vehículos fueron incendiados.
Ante esto, consideraron que “la situación de violencia e inseguridad que ha prevalecido en los últimos días en nuestro país y especialmente en Chilpancingo, Guerrero, puede transformarse con la contribución de distintas voluntades”, como lo son las organizaciones civiles y autoridades.
“Nosotros como Iglesia podemos también colaborar, principalmente en la prevención de la violencia e inseguridad y el acompañamiento a las víctimas, en el diálogo y en la animación de una sociedad civil responsable”, aseveró.
El líder eclesiástico también hizo un llamado a las personas que generan el clima de inseguridad en Chilpancingo a que busquen una solución pacífica a través del diálogo y terminen con la violencia.
Por la jornada violenta del fin de semana en Guerrero, los integrantes del grupo delictivo llamado “Los Ardillos” fueron señalados como los presuntos responsables.
La presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, fue acusada de reunirse con esta organización delictiva, y aunque dijo a medios que no fue para pactar nada, autoridades eclesiásticas señalaron que intervino para pacificar la región, ya que ellos deciden quién transita y en qué lugares.
Con información de EFE
