El gobernador Enrique Alfaro dio a conocer avances en la investigación por la desaparición de siete jóvenes en Zapopan. Detalló que, de acuerdo con los elementos encontrados hasta ahora por la Fiscalía del Estado, el sitio donde laboraban y desaparecieron no era un call center, sino que se trataba de un centro de operaciones de otra naturaleza, según los hallazgos en dos fincas cateadas que están ligadas al caso. El mandatario afirmó que la prioridad es localizar a las personas desaparecidas y para ello se ha desplegado un operativo que trabaja con personal de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas (FEPD) y de la Fiscalía estatal.
Señaló que tuvo comunicación con la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien podría atraer el caso al existir la presunción de delitos fiscales:
“Todos los elementos de los que disponemos hasta ahora indican que no se trataba de un call center, sino de un centro de operaciones de otra naturaleza. Adicionalmente, esta mañana tuve comunicación con la secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez, al existir la posibilidad de que en este caso haya delitos del ámbito federal, particularmente en el tema fiscal. La prioridad es localizar a las personas desaparecidas y para ello se ha desplegado un amplio operativo que trabaja sin descanso”.
En el cateo que la Fiscalía del Estado realizó en la primera vivienda involucrada en el caso, ubicada en la calle Víctor Hugo en la colonia Jardines Vallarta, se encontraron documentos diversos, mariguana, un trozo de tela con mancha rojiza, pizarrones con anotaciones de nombres de personas extranjeras, anotaciones de membresías o tiempos compartidos, metas económicas a lograrse y una operación al margen de la ley, ya que no contaba con licencia comercial.
En el segundo cateo realizado en una finca de la calle Johannes Brahm, en la colonia La Estancia, se aseguraron documentos con listados de nombres y datos de contacto, pizarrones con nombres de personas extranjeras y metas económicas; una bolsa con vegetal verde, así como un vaso de plástico también con vegetal verde, una máquina para contar billetes; discos duros y memoria USB, equipos de cómputo que en su mayoría presentaban ausencia del CPU, cables trozados, un rack sin el equipo propio para almacenar información, diversas identificaciones, tarjetas departamentales, así como anotaciones de diálogos prediseñados en inglés para hacer abordaje telefónico a personas extranjeras.
Una de las líneas de investigación apunta a que el caso podría estar vinculado con las empresas ilegales que fueron señaladas el pasado 27 de abril por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, las cuales realizaban fraudes a través de la venta de tiempos compartidos en inmuebles de Puerto Vallarta, afectando con dichas transacciones a personas de la tercera edad en retiro o jubilación de nacionalidad estadounidense.