EFE.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, subrayó este miércoles ante líderes de la comunidad judía en el país que el ataque del grupo islamista palestino Hamás contra Israel fue pura crueldad y que nunca pensó que vería imágenes de niños decapitados por terroristas.
“Es importante que los estadounidenses vean lo que está pasando. Llevo haciendo esto mucho tiempo y nunca pensé que vería y tendría confirmadas imágenes de terroristas decapitando a niños”, apuntó en ese encuentro.
La mañana de este miércoles, Hamás negó que sus militantes hubieran matado a civiles, como lo señaló el general israelí en retiro Itai Veruv, quien los combatió en el kibbutz de Kfar Aza.
Luego de los comentarios, un portavoz de la Casa Blanca aclaró al diario The Washington Post que en realidad el presidente no había visto las imágenes sino que sus comentarios se basaron en las descripciones que le hizo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“No se trata de venganza, sino de decencia”, añadió Biden, según el cual la ofensiva de Hamás “fue pura crueldad, una crueldad simplemente llena de odio contra el pueblo judío, y diría que es el día más mortal para los judíos desde el Holocausto“.
La intervención de Biden sirvió para reiterar el apoyo mostrado por Estados Unidos desde el principio a Israel.
Estados Unidos envió ya al Mediterráneo Oriental el portaaviones Gerald R. Ford y un grupo de destructores de la armada estadounidense, y en los próximos días enviará un segundo portaaviones dentro de sus esfuerzos para evitar una escalada del conflicto.
“Las guerras tienen reglas y creo que Israel está haciendo todo lo que está en su poder para mantener el país unido“, añadió Biden.
Estados Unidos también hará todo lo que esté en su mano para llevar de regreso a los estadounidenses que están en peligro, agregó.
Al menos 22 estadounidenses fallecieron por el ataque de Hamás, mientras que todavía es incierto el número de nacionales de Estados Unidos llevados como rehenes a Gaza.
Biden recalcó que, según dijo haber aprendido de su padre, “el silencio es complicidad“.
“Yo rechazo quedarme en silencio“, señaló a representantes de la comunidad judía en Estados Unidos, a quienes les mostró su confianza en que “hay una oportunidad de acabar esto de forma que sea muy difícil que se repita“.