El cine documental sigue estando de moda, cuando conozcamos como es por dentro un taller de fast fashion.
Jeunesse, de Wang Bing, un documental con más de 200 minutos, que nos retrata, como detrás de las fast fashion, están las ilusiones de muchos, que con “trabajo duro”, buscan darse una mejor vida.
La cámara de Bing, nos retrata la desilusión y muestras de la humanidad de estos jóvenes, que ven como la vida se va, bajo el lema “El trabajo te hace libre”
Felipe de J. Flores para APUNTESdeCINE
El cine documental, está teniendo un renacer lleno de mucho glamour; creo que hoy como nunca, se le está dando un reconocimiento total, sobre todo en los festivales de cine, hecho que se vivió en Venecia con Laura Poitras, Berlin con Philibert, por lo que Cannes no podía quedarse atrás, todo con sumo cuidado, en esta nueva guerra fría que estamos viviendo, con una croisette llena de protestas, justamente por derechos laborales y jubilatorios, el documental de tres horas y media, dirigido por Wang Bing, nos vino a dar un golpe de realidad.
La ciudad industrial de Zhili, cercana a Shanghái, es una de las principales sedes de la maquila o talleres de costura, que consumen las empresas dedicadas a las llamadas fast fashion o de cualquier tipo de elementos relacionados con el vestir, teniendo principalmente, como mano de obra, a la mayoría de adultos jóvenes y un poco más adolescentes, que buscan optar a una vida mejor.
Bajo un letrero de motivación, que reza una frase motivaciones, “El trabajo te hace (hará) libre”, casi igualando los valores del esclavismo nazi, cientos de gobenes a un ritmo casi ensordecedor, todo con planos largos, que nos sirven para enfocarnos en la realidad de esta gente, teniendo aun así tiempo para poder desarrollar todas sus capacidades sociales, desde la diversión, crisis existenciales, enamorarse o luchar por demandas salariales más justas.
Pareciera que todo es un drama muy desarrollado, pero la realidad, es que Wang Bing, nos sumerge en tomas casi hipnóticas, haciendo que estos planos largos, tengan una continuidad de movimiento, casi claustrofóbico, cuando enfoca la atención en uno de sus protagonistas, incluso escuchaba a una persona murmurar en la sala, si esta gente, tiene o no realmente “algo más que hacer”, fuera de la empresa, siendo esa la realidad que nos pega en la cara, la vida de estos chicos, entre los 16 a 23 años máximo, es que están desarrollando toda su existencia, a la espera de que el “trabajar” a ritmos frenéticos, los acerque a una vida mejor.
Uno de los rescates que, considero, lo hace con una pizca de realidad, es acercarnos a ese infierno que viven la mayoría de pobladores en Zhili, que mientras los jóvenes de occidente, compran y visten, como nueces en mercado, todo este tipo de tendencias, fast fashion, que se puede desechar en menos de una lavada, ellos dedican todo su ser, en que no solo salga a tiempo toda la maquila, sino que sus sueños, esperanzas e ilusiones, valen menos que lo que cuesta una carterita de Mickey Mouse.
La época dorada del documental, sigue en auge, Jeunesse, de Wang Bing, no nos trae algún elemento que revolucionará al cine documental, pero si nos trae a ciencia cierta, la conciencia de que tras toda la gran masa que está en estos días, embobada con la rapidez de pedir todo con un solo click en una app, se esconde el sufrimiento de una juventud, que vive tan centrada de trabajar para vivir mejor, que lejos de tener algún beneficio económico, por las precarias condiciones laborales, no enseña que detrás de su sonrisa, la sombra del esclavismo moderno sigue mermando un derecho básico, que es el de ser feliz en vida.