En memoria de las víctimas de las explosiones del 22 de abril de 1992, ayer se ofició una misa en el templo de San Sebastián de Analco. En las primeras filas destacaron personas en sillas de ruedas, con amputaciones y portando camisetas con la leyenda “¡Justicia!”. Todos escucharon la homilía, en la cual el padre aseguró que, pese a la tragedia, el hecho permitió a los habitantes del barrio fortalecer sus lazos y ver la vida desde una óptica de respeto y amor. Después de la misa, durante un acto conmemorativo en el monumento “Estela Contra el Olvido”, la presidente de la agrupación Lesionados Sobrevivientes de las Explosiones, Lilia Ruiz Chávez, lamentó que les han negado la atención médica y los insumos ortopédicos. Y criticó que hasta el momento no hay culpables en la cárcel. “Todos se lavan las manos”.
A 31 años de la tragedia, el alcalde Pablo Lemus afirmó que para garantizar que las víctimas continúen recibiendo recursos por medio del fideicomiso, desde el Ayuntamiento se impulsará un punto de acuerdo para comprometer la dispersión de cuatro millones de pesos anuales. Recordó que, como compromiso de campaña, prometió duplicar el monto que aportaba la alcaldía a este fondo para 89 personas.
En la bolsa del fideicomiso, el Gobierno de Guadalajara aporta esos recursos, mientras que el Gobierno de Jalisco participa con dos millones de pesos, más otros siete millones para insumos médicos gratuitos.
Regresa apoyo a víctimas en formato de salario mínimo
Tras diferentes manifestaciones debido a ajustes en la operatividad del fideicomiso que resguarda y reparte el dinero que se brinda de manera mensual a las víctimas de las explosiones, el titular de la Secretaría de Gobierno de Jalisco, Enrique Ibarra, resaltó el cambio de nueva cuenta a un sistema que pague con base en el salario mínimo.
Expuso que el gobernador del Estado optó por escuchar las necesidades de los afectados y regresar los aumentos conforme al costo del salario mínimo y no de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
CON INFORMACIÓN DEL INFORMADOR